Cantan los gorriones
en mi ventana
para dormir a Eylen
con una nana.
Un mochuelo la mira
con ojos tiernos
y le mece la cuna
con su aleteo.
Los pájaros contentos
cantan a coro
y mi niña chiquita
cierra los ojos.
Con su bello trinar
se han despedido
porque la linda Eylen
ya se ha dormido.